La justicia francesa condena a Google a pagar una multa de 50 millones de euros por no informar con suficiente claridad al usuario sobre el uso de sus datos personales, por su falta de transparencia, la información insatisfactoria proporcionada y la falta de consentimiento válido para la personalización de publicidad.

La Comisión Nacional de la Informática y las Libertades (CNIL) destacó que “el consentimiento del usuario no está suficientemente informado”, ya que la información sobre el tratamiento de los datos se encuentra diluida en varios documentos y no permite al usuario tomar conciencia de su magnitud, obteniendo un consentimiento no específico, puesto que el método empleado lleva al usuario a dar su consentimiento en bloque, para todos los fines perseguidos.

La multa a Google es la más importante desde la entrada en vigor del  Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea, sin embargo, la sanción podría haber sido mucho mayor, ya que el reglamento permite aplicar la sanción máxima del 4% de la facturación anual global de la empresa. Además, es la primera multa de una instancia europea a una plataforma mundial de Internet desde la entrada en vigor del reglamento.

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