La Comisión de Hacienda del Congreso aprobó este mes de agosto la ley contra el fraude fiscal que incluye, entre otras medidas, la limitación del uso del efectivo a 1.000 euros cuando una de las partes sea empresario o profesional, hasta ahora limitación que se encontraba en los 2.500 euros. También se disminuye el límite de pago en efectivo de 15.000 a 10.000 euros en el caso de particulares con domicilio fiscal fuera de España.
Una tienda, un centro comercial o una empresa únicamente admitirá hasta 1.000 euros en efectivo, para cantidades superiores se deberá pagar con tarjeta. Es una medida que busca limitar los pagos en efectivo de grandes cantidades de dinero, con la intención de que estas transacciones queden mejor reflejadas en las cuentas.
Si bien, para pagos entre personas físicas con residencia en España, el límite se mantiene en los 2.500 euros.
España es uno de los países con el límite de pago en efectivo más bajo dentro de la Unión Europea, pero no está solo (Francia o Italia también marcan el límite a los 1.000€). Desde el Gobierno explican que la rebaja del límite es por el buen recibimiento que ha tenido esta medida, donde no han tenido grandes quejas de los colectivos afectados.
En cuanto a la sanción a quien incumpla estos límites, consistirá, en una multa proporcional del 25% de la base de la sanción, que será la cuantía pagada en efectivo.